sábado, 27 de febrero de 2010

El diputado y el ratero

Escritor: José Francisco Mejía Ramírez
Josefranciscoramirez1978@hotmail.com
Miembro de la Sociedad Literaria de Honduras

En cierta ocasión se reunió un diputado y un ratero, por esas casualidades de la vida, extrañas pero así son las cosas se dan y ya, el diputado viajaba en un lujoso auto por la calle, pero no iba solo, lo acompañaban dos despampanantes mujeres, salía de un lujoso hotel, con las 2 bellas damas “¿Papi para donde vamos ahora?” - le pregunto una de ellas, “Las pasaré dejando por sus casas, mi esposa cree que ando de viaje, tengo que llegar a dormir”- contestó el diputado, de repente se dio cuenta que tenia pinchada una de sus llantas traseras, detuvo el auto y no quería ensuciarse cambiando la llanta, “soy un diputado que van a pensar las chicas, -¡Que barbaridad! Cambiaba llantas cuando era pobre”, –Exclamó un poco exaltado, -ya eran las 2 de la madrugada- “No se preocupen muñecas llamare a mi chofer para que traiga otro carro y resuelto el problema”- dijo el hombre, comenzó a marcar por su celular y el chofer tenia apagado su teléfono móvil, “Como haré ahora” se dijo en voz baja.

Por la calle venia un ratero, el hombre no había conseguido nada en todo el día, cuando vio al señor aparcado y a las dos mujeres pensó “Aquí ya me salve con estos, y yo que venia triste” se acerco y tratando de ser amable saludo y le dijo que él podía ayudarle a cambiar la llanta, el diputado aceptó, pero se acerco a la guantera del vehiculo porque se acordó que andaba un revolver, también quería proteger e impresionar a sus damiselas, “Yo se quien es usted, usted es diputado ¿verdad?” le pregunto el ratero. El diputado altanero como la mayoría, lo comenzó a tratar de vos y le dijo: “Vos sabes que los diputados somos famosos, apúrate mejor que tengo prisa” le dijo el diputado. “No me este apurando tampoco, estos, que solo porque son diputados quieren tratarlo mal a uno” Le contesto molesto el ratero, mientras comenzaba a subir el auto con el gato, “Amor no seas malcriado con el señor que nos esta ayudando” le dijo una de las damas. El diputado como venia desvelado y tomado y también le gustaba la cocaína, venia alterado, porque como la mayoría se creen la mama de los pollitos o los que inventaron la coca cola, le pregunto al ratero: ¿Y vos a que te dedicas?, “Yo ando rebuscándome en las calles” le dijo sin querer seguir la conversación y solo terminar de cambiar la llanta, se fijo que el diputado tenia una pistola en la cintura, y él, solo andaba un puñal, no le quedaba mas que cambiar la llanta y no asaltarlos, y ver cuanto le daba el famoso diputado, de reojo se deleitaba observando las torneadas piernas de una de las damas, ambas andaban de minifalda, pero notó que una era menor de edad. ¿Dipu y ella es su hija? Le pregunto sarcásticamente, “No seas bruto no ves que las dos son mis mujeres, mira como las beso” mientras las besaba en la boca y las tomaba por la cintura, “Pero ella parece su hija Dipu” Agrego el ratero, y se burlo, “Estos dipus son picaros, les gustan las menores edad” ¿Y a vos no te gustan vas a decir? Le pregunto molesto el diputado.

¡No! Le grito el ratero “Porque yo tengo una hija menor de edad y no me gustaría que anduviera con viejos como vos”- Dejen de pelear dijo la mujer mayor - Pensando en que se meterían en un lío y era mejor calmarlos y que no se fuera a armar un pleito.

“Miren al ladrón, se ha vuelto decente ahora” riéndose a carcajadas- se sentía ofendido el diputado por las palabras del ratero, sabia que andar con una menor edad no era correcto, pero como era un diputado, nadie podía faltarle al respeto ni mucho menos gritarle, pero lo estaba avergonzando y sacó la pistola y le dijo ¿Queres que te mate? – quería que el ratero se disculpara y le rindiera pleitesía como lo hacen muchos, que los elogian para conseguir algún favor, y no era posible que un ratero le gritara ni mucho menos juzgara su conducta moral.

El ratero acostumbrado a tratar con todo tipo de personas en las calles no le tenía miedo aun cuando le apuntaba con la pistola, “Mas ladrón sos vos, viejo pícaro, yo le robo a las personas un celular, algunos pesos y ¿vos? Vos le robas millones al pueblo, nos robas el desarrollo, ¡yo no! ustedes con el dinero de los subsidios que les da el congreso para que hagan proyectos, ¡que no los hacen!, lo utilizan para mantener a sus amantes (hombres y mujeres), para comprar droga, para destruir, mientras que yo, yo robo por la falta de desempleo, yo robo para comer, para darle de comer a mis hijos, lo que ustedes nos roban a nosotros” dijo gritándole el ratero. El hombre bajo el revolver y mientras pensaba lo que aquel ratero le gritaba, se acerco una patrulla y querían llevarse al ratero, al diputado no porque era un diputado, pero cuando estaban a punto de llevarse al ratero les dijo “!No!, no se lo lleven, el solo nos ayudaba a cambiar nuestra llanta, - extendió su mano para darle 100 lps.- ten le dijo” .El ratero se dio la vuelta y dijo: “No quiero dinero del pueblo, no quiero dinero tuyo, ¡Vete!” ¡Prefiero no comer!
Aquellos hombres se marcharon del lugar un ratero y un diputado corrupto, ambos sabían que era malo lo que hacían, sin embargo, las palabras lo habían destrozado, porque le calaron hondo y lo venció aquel callejero.

Las mujeres estaban en la parte de atrás de automóvil, aterrorizaras por lo que podría haber pasado, talvez pensaron que su diputado mataría aquel hombre, luego el hombre subió al auto y miro por el retrovisor a la chica que tenia 16 y mientras conducía en silencio, recordaba que había estado con las dos mujeres en el hotel, “¡Dejen eso! bótenlo por la ventana” dijo gritando, era cocaína que venían inhalando, “Pero no solamente soy yo es la mayoría de los diputados los que hacen esto y mas” decía mientras conducía.

El sabia que despilfarraban el dinero de los pobres, en drogas, en mujeres en homosexuales, que no lo invertían en proyectos como tenia que ser y ellos al final le robaban mas al pueblo, que aquel desdichado ratero, ¡por eso la verdad duele!, como un aguijón.
Pasó dejando a sus mujeres, pero al día siguiente una de las mujeres lo identifico en el diario, el hombre había muerto esa misma noche en una tremenda colisión, el ratero se dio cuenta ya que era un reconocido diputado, de esos que lo que les gusta es no ayudar pero si el protagonismo.

¡Bendito el escritor que utiliza su pluma para decir la verdad y no la vende ni la cambia por nada!

sábado, 6 de febrero de 2010

Que la critica sea para edificar

Que la critica sea para edificar

Escritor: José Francisco Mejia Ramírez

Josefranciscoramirez1978@hotmail.com

Miembro de la Sociedad Literaria de Honduras

Conversando con don Juan, vecino y lector, me comentaba lo siguiente: “es lamentable José, cuando nosotros los lectores, buscamos ilustrarnos y aprender de las columnas de opinión, que salen en los diferentes medios de comunicación impresos, sobre diferentes temas, pero me da tristeza cuando lo que yo leo, es rencor en algunos columnistas, llenos de amargura y frustración, utilizan estas ventanas no para enseñarnos, al contrario, para pelear con otros columnistas, lanzar veneno y ¿En que nos benefician? ¡En nada!, tenemos graves problemas en nuestro País y necesitamos que ellos nos orienten”

Esta observación y preocupación de don Juan, es también de miles de compatriotas, que buscan informarse, educarse, engrandecer su bagaje intelectual, personas que tienen enraizado el habito de la lectura, que mas allá de ver la sección de deportes, entretenimiento etc., buscan las columnas de opinión para saber de los diferentes problemas que, agobian a nuestro país, porque perder el tiempo contestándole a otro columnista, ¿Para quien escribimos entonces? ¿Para nosotros mismos o para beneficiar al lector?, los espacios que nos brindan los medios a los cuales escribimos, son para edificar, si vamos a criticar el problema de la falta de agua, que sea una critica con altura, para poder aportar alguna solución, podemos educar por ejemplo a las personas en diferentes áreas, con el problema del agua por ejemplo, enseñarle al lector a no desperdiciar el agua, no lavar su carro con una manguera, hacerlo con una cubeta, no desperdiciar el agua mientras regamos el jardín con una manguera, utilizar también cubetas, y así sucesivamente.

Los columnistas, somos prensa escrita, comunicadores sociales, nuestra labor debe ser la de crear conciencia en los ciudadanos, y dar sugerencias, porque no lo sabemos todo ni nunca lo sabremos, pobre de aquel que esta engañándose así mismo, que crea, que todo lo sabe, don Juan, menciona que algunos están llenos de frustraciones, bueno yo considero que cada quien es responsable de lo que escribe, pero tenemos una gran responsabilidad, cuando tenemos estas ventanas para informar y educar a nuestros lectores, que como don Juan, son asiduos devoradores y no solo de columnas también de libros, es para ellos que tenemos que escribir, ¿usted escribe para vanagloriarse de usted mismo? ¿Usted escribe para creer que todo lo sabe o que es el hombre más “sabio” de Honduras?

“Necesitamos que nos orienten” continuo diciendo mi amigo, esta gran necesidad que como ya mencione es de muchos, ignoremos a aquellos que se dirijan a nosotros , para discutir, mejor que nos escriban al correo y así manejar esa discordancia con altura, los derroteros en este caso de los columnistas, cada uno de ellos tienen muchos lectores, tienen que aprovechar esa gran oportunidad, para sembrar en la mente y corazón de los hombres y mujeres, de nuestra bella Honduras, que los lectores encuentren variedad de temas y puedan embriagarse de sugerencias positivas y buenas para la vida, que juntos empujemos el desarrollo, con una critica constructiva, y podamos ayudar y no entorpecer la mente de aquellos que buscan consejos atreves de las columnas, recordemos, que efecto devastador puede tener una columna como una avalancha, pero serian nefastas sus consecuencias en nuestros lectores, pero una critica constructiva, podría y así ha ocurrido, hacer que un empresario tome una decisión, un agricultor, un político etc.

Si decidimos hablar sobre los medios de comunicación, porque mejor no generalizamos el tema, y así evitamos despotricar lanzando veneno y haciendo de la columna un trampolín para discutir y criticar sin sentido, ya que como don Juan hay muchos mas, que se decepcionan de estos columnistas, que nuestras armas, en nuestro portal para impartir información, sean las ideas, sugerencias, criticas constructivas, inundemos la cabeza de nuestros lectores, con ideas positivas, eduquemos a nuestros lectores, engrandezcamos a Honduras, aportando ideas, y no olvidemos que nuestro compromiso es con nuestros lectores ellos cada mañana esperan leer algo que sea y no solo beneficio para ellos también para nuestra patria.

Muchos utilizan sus columnas para criticar a personas, pero lo hacen con rencor, debemos criticar los problemas, para orientar y dar soluciones, tantos problemas que hay en el País y ¿para que desperdiciar nuestra columna peleando con otro columnista?

Estamos perdiendo la oportunidad de brindarle al lector un tema interesante, ellos no quieren saber de la vida de fulano o mengano, ellos están sedientos de una buena lectura, ¡démosle! Una interesante columna que se puedan beneficiar de la misma, hay tanto de que escribir, según nuestra área, aprovechemos estos espacios, para impartir verdaderos conocimientos, y no estemos con malicia lanzando veneno, sin sentido porque hay personas, que nos leen.

Recuerde que la crítica sea para edificar.

¡Bendito el escritor que utiliza su pluma para decir la verdad y no la vende ni la cambia por nada!